

A diferencia de las baterías de iones de litio, las baterías de gravedad se basan en la física básica en lugar de metales raros.
- Almacenamiento de energía, clave para renovables: Sol y viento variables, necesitan respaldo confiable.
- Baterías de gravedad: Usan peso elevado y gravedad para generar electricidad sin degradación.
- China lidera: Proyecto EVx en Rudong, torre de 120 m, bloques de 24 t, 100 MWh.
- Alternativa a litio: Sin minería contaminante, vida útil de 35 años, costos reducidos.
- Gravitricity en Escocia: Usa minas abandonadas para almacenamiento profundo.
- Desafíos: Altos costos iniciales, desgaste mecánico, espacio requerido.
- Futuro sostenible: Menos emisiones, energía estable, sin dependencia de metales raros.
El reto del almacenamiento masivo de energía
Las energías renovables, como la solar y la eólica, han demostrado ser una solución viable para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Sin embargo, su intermitencia sigue siendo un obstáculo: la generación cae cuando no hay sol o viento, mientras que la demanda eléctrica puede dispararse de manera imprevista.
A esto se suma el crecimiento de los vehículos eléctricos y el desarrollo de la inteligencia artificial, que requieren infraestructuras energéticas más robustas.
El almacenamiento de energía es fundamental para estabilizar la red eléctrica y evitar apagones. Actualmente, las baterías de iones de litio son la solución más extendida, pero presentan desventajas: dependen de materiales escasos, degradan con el uso y su reciclaje es complejo. Además, el 72% del mercado de litio está controlado por China, lo que genera dependencia geopolítica.




Cómo funcionan las baterías de gravedad
Las baterías de gravedad aprovechan la energía potencial generada al elevar un peso. Cuando la demanda aumenta, el peso desciende de forma controlada, liberando energía a través de generadores.
A diferencia de las baterías químicas, su eficiencia no disminuye con el tiempo y pueden operar durante décadas con un mantenimiento adecuado.




El almacenamiento gravitacional no es una idea nueva. Las centrales hidroeléctricas de bombeo han utilizado el mismo principio durante décadas, pero requieren geografía específica con desniveles naturales y grandes embalses de agua. En contraste, las baterías de gravedad modernas pueden construirse en cualquier lugar con suficiente altura disponible.
El proyecto EVx en China
Uno de los avances más importantes en almacenamiento gravitacional es el sistema EVx, desarrollado por Energy Vault en colaboración con China. Ubicado en Rudong, este proyecto consiste en una torre de 120 metros de altura que levanta bloques de 24 toneladas cuando hay exceso de energía. Cuando se necesita electricidad, los bloques descienden y activan generadores.
- Capacidad y eficiencia: Produce 25 MW de potencia pico con una capacidad total de 100 MWh, y una eficiencia de ciclo superior al 80%.
- Materiales y construcción: Los bloques se fabrican con materiales locales, como suelo compactado o residuos reciclados, lo que reduce costos y dependencia de materias primas importadas.
- Durabilidad: Se estima una vida útil de 35 años, significativamente mayor que las baterías de litio.
China planea expandir esta tecnología con sistemas de hasta 2 GWh en Mongolia Interior, con una inversión superior a US$1.000 millones.




Gravitricity y el uso de minas abandonadas
En Escocia, la empresa Gravitricity ha probado una instalación de 250 kW en el puerto de Leith, levantando y bajando pesos de 25 toneladas. Su siguiente paso es adaptar esta tecnología a minas en desuso, aprovechando los pozos de hasta 3.000 metros de profundidad para lograr mayor capacidad de almacenamiento.


Este enfoque reduce costos al reutilizar infraestructuras existentes y apoya economías locales en regiones mineras. Además, evita el impacto ambiental de construir torres en la superficie.
Desafíos y limitaciones
A pesar de su potencial, las baterías de gravedad no son una solución universal. Para el uso doméstico, no son viables debido a la gran cantidad de espacio y estructura necesarios. Por ejemplo, levantar una masa de 2.000 kg en una vivienda solo almacenaría la energía de 12 baterías AA.
A nivel industrial, el principal obstáculo es la alta inversión inicial. Aunque sus costos operativos son bajos a largo plazo, la financiación de proyectos de gran escala sigue siendo un reto. También es crucial el mantenimiento de partes mecánicas (cabrestantes, cables, poleas), aunque es más sencillo que el reciclaje de baterías químicas.
El espacio también es una preocupación. En zonas urbanas, la construcción de torres gigantes puede generar oposición. En contraste, las minas profundas o sitios industriales en desuso son opciones más aceptables.
Potencial para un mundo más sostenible
El almacenamiento gravitacional representa una alternativa limpia y duradera a las baterías de litio, sin necesidad de materiales raros ni contaminación por extracción minera. Al integrar estas baterías en la red eléctrica, se puede estabilizar la energía renovable y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
A largo plazo, su adopción podría significar menos emisiones de CO2, menos residuos tóxicos y una red eléctrica más resiliente. Con el impulso adecuado, estas tecnologías podrían convertirse en un pilar fundamental para la transición energética global.
Vía www.energyvault.com