AMD ha sabido dominar el mercado gaming, y la clave de su éxito parece estar en su enfoque simplificado de los núcleos Zen 5, en contraste con la estrategia de Intel con sus P-Cores y E-Cores. Ben Conrad, ejecutivo de AMD, ha explicado en una reciente entrevista por qué esta diferencia arquitectónica ha permitido a su compañía superar a Intel en juegos y cómo la apuesta de su rival por núcleos de alta eficiencia ha terminado siendo una desventaja en este sector.
La filosofía de AMD se basa en un diseño que evita la complejidad innecesaria. Mientras que Intel utiliza un sistema híbrido big.LITTLE (núcleos de alto rendimiento combinados con núcleos eficientes), AMD ha elegido lo que ellos llaman un enfoque «big Middle», donde sus núcleos compactos mantienen la misma ISA y son más eficientes en términos de energía sin generar las mismas penalizaciones de compatibilidad que Intel enfrenta con su arquitectura heterogénea.
AMD supera a Intel en videojuegos.
El problema de Intel está en la gestión de estos núcleos híbridos. Su tecnología Thread Director está diseñada para asignar tareas entre P-Cores y E-Cores, pero Conrad destaca que algunos juegos ya han empezado a evitar usar los núcleos pequeños porque generan penalizaciones en rendimiento. Esto confirma que el diseño de AMD, con su estructura homogénea y la ausencia de núcleos de baja eficiencia, ofrece una mejor experiencia en juegos sin necesidad de herramientas de software adicionales.
La evolución de la industria está dando la razón a AMD. Intel ha tenido que desactivar Hyper-Threading en Arrow Lake y, según rumores, está considerando abandonar los E-Cores en futuras generaciones, siguiendo un camino más parecido al de AMD con su caché vertical. Esto refuerza la idea de que la estrategia de AMD fue la correcta desde el principio, reforzando su dominio en el mercado gaming mientras Intel se ve obligado a replantear su enfoque.
Fuente: Notebookcheck