Los Atletas del Año, máximos galardones de los Premios Altius, fueron para el gimnasta artístico Ángel Barajas, en la categoría Olímpica, y el piloto David Alonso, en la No Olímpica, durante la noche del pasado lunes 20 de enero en el Centro Empresarial Salitre de la Cámara de Comercio de Bogotá, tras su premiación, ambos reflexionaron sobre sus nuevos reconocimientos.
Ángel destacó que su inicio de un nuevo año deportivo no podía ser mejor: “Primero que todo, quiero agradecerle a Dios por este nuevo reconocimiento. El 2024 fue un año lleno de muchas bendiciones y nuevos aprendizajes, pero ya pasamos la página. Inicia un nuevo año y que mejor que recibirlo con este gran reconocimiento que me llena el corazón y me hace sentirme orgulloso y bastante feliz”.
Siendo uno de los cuatro medallistas olímpicos colombianos en París 2024 y representando la primera presea de la gimnasia artística de nuestro país, Ángel reconoce que todo hace parte de un proceso: “Todo es un proceso, hay que pasar por ese proceso. En el 2019 vine como promesa, el año pasado gané el Altius de Oro como promesa y ahora este reconocimiento me llena de orgullo y me da entender que estoy haciendo un gran trabajo con mi entrenador y que seguiremos adelante”.
La disciplina, perseverancia y esfuerzos son constantes en la vida de Ángel y, precisamente, este galardón reconoce todo esto: “Siempre quise terminar el año de la mejor manera, no me lo esperaba así, pero creo que, todo el esfuerzo y toda la disciplina que he tenido, la vida y Dios me han recompensado. Esto me motiva a seguir trabajando, a seguir con la misma disciplina y esfuerzo para seguir trayendo resultados a Colombia”.
Cambiando el deporte, pero no el orgullo por representar al país, David Alonso expresa con una sonrisa lo que abarca el Altius de Oro en su vida: “Para mí significa mucho, no solo es que Colombia me esté entregando un premio, sino que me entrega su cariño y eso para mí es muy importante, porque tengo el apoyo y respaldo de todo un país”.
Su pasión por el deporte y la actitud por continuar creciendo en el mismo son palpables a través de las carreras, pero el piloto no deja de lado a quienes lo han apoyado: “Detrás de este premio hay muchas personas que me ayudaron a no rendirme y a despejarme las dudas cuando había algún miedo. Este reconocimiento es para mi familia y para todos los colombianos, porque en cada circuito al que iba había una bandera ondeando y no se cansaban de animar”.
El 2024 fue una temporada de triunfos, récords y grandes progresos para David, pero el 2025 representa un nuevo desafío al competir en el Moto2: “Es una etapa nueva, que no es fácil y para la que se necesita preparase bien, pero se inicia con ilusión, pues ya probé la moto y es divertida. Hay que cambiar algunas cositas, pero lo haré con gusto”.
