Intel está en por llevarse un jugoso contrato del gobierno de EE. UU. para crear un «enclave seguro» («secure enclave») dedicado a la fabricación de microchips para fines militares. Esta operación se financiaría con los fondos de la Ley de Chips y Ciencia, una iniciativa que Joe Biden aprobó el año pasado y que inyectará cerca de 53 mil millones de dólares en la industria de semiconductores del país, abarcando desde la fabricación hasta la investigación y el desarrollo.
Fuentes cercanas al tema le han dicho al WSJ que las negociaciones entre Intel y varios departamentos gubernamentales como Comercio, Inteligencia Nacional y Defensa están en marcha, aunque aún no se ha sellado ningún acuerdo. No obstante, esta posibilidad ya está levantando controversia entre otros fabricantes de chips y ciertos políticos, preocupados por el posible favoritismo hacia Intel.
Tres senadores de alto perfil, Jack Reed (Demócrata – Rhode Island), Roger Wicker (Republicano – Mississippi) y Maria Cantwell (Demócrata – Washington), han expresado sus inquietudes sobre poner tanto capital en una única instalación de manufactura para el ejército. Argumentan que esto podría restar recursos a otros proyectos importantes para diversificar el abanico de proveedores de semiconductores del país, vital para el tejido industrial de defensa.
A favor o en contra esto se hace igual…
Por otro lado, hay quienes están a favor de este movimiento, como el senador republicano por Florida, Marco Rubio, quien considera que la inversión es crucial para proteger al ejército de espionajes extranjeros y que retractarse podría representar un riesgo para la seguridad nacional.
Si las negociaciones son positivas, la nueva fabrica se erigiría en el complejo que Intel ya tiene en Arizona y su costo oscilaría entre los 3 y 4 mil millones de dólares. Estos fondos vendrían de los 39 mil millones designados para subvenciones y subsidios de manufactura bajo la Ley de Chips, promulgada para minimizar la dependencia de hardware extranjero. La mayoría de los microchips que utiliza el ejército de EE. UU. son importados de Taiwán, cuya seguridad se ve amenazada ante la posibilidad de una invasión por parte de China.
Este posible acuerdo con Intel viene en el contexto de una declaración reciente de la administración Biden sobre la distribución de unos 238 millones de dólares para fomentar la innovación en semiconductores a través de centros especializados en todo el país. Los defensores de este movimiento creen que es un paso crucial para revitalizar la manufactura nacional de semiconductores, recuperando empleos perdidos y reforzando la seguridad nacional frente a riesgos de espionaje.
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