Jartum, 21 ene (EFE) .- El Ejército sudanés descartó este martes abandonar la ciudad de El Fasher, su último bastión en el oeste de Sudán, pese a las amenazas emitidas ayer por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de «tratar con decisión» a quien no deje la ciudad entre hoy y mañana.
El lunes 20 las FAR emitieron un comunicado en el que daban «a todos los hombres armados y combatientes dentro de El Fasher 48 horas para rendirse y abandonar la ciudad».
Por contra, el grupo paramilitar afirmó que aquellos que no «depongan rápidamente sus armas, abandonen los sitios militares y se rindan inmediatamente» se enfrentarán a ser tratados «con decisión» y sentenciaron que «no hay excusa para aquellos que han sido advertidos».
Pese al aviso, el Ejército sudanés aseguró que «seguirá resistiendo a los invasores» y que están preparados «para hacer frente a cualquier nuevo intento de acercarse a la ciudad», enfrentándose «al enemigo con fuerza, decisión y sin piedad».
En este sentido, la nota destaca que las «amenazas vacías» de las FAR «no asustarán ni disuadirán de continuar la lucha hasta que cada centímetro de Sudán sea liberado de las garras de agentes y mercenarios».
«El criminal Abdel Rahim Daglo (líder de las FAR) prometió y sus seguidores juraron que El Fasher caería en sólo 72 horas si no se lo entregábamos en una semana, pero la verdad es que quedó claro después de más de un año y medio, que Al Fasher se convirtió en la última parada de los invasores y fueron eliminados en los muros de la ciudad firme», se congratularon las fuerzas conjuntas de los movimientos de lucha armada en el comunicado.
El Ejército, por su parte, subrayó que el «surrealista» ultimátum se trata de un «intento desesperado de escapar de la realidad de su continuo fracaso y su incapacidad para lograr cualquier progreso significativo sobre el terreno».
El conflicto en Sudán comenzó en abril de 2023 entre el Ejército regular y el poderoso grupo paramilitar de las FAR tras el fracaso de las negociaciones para integrar a esa milicia en el Ejército; ambas organizaciones han sido acusadas por actores internacionales de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad. EFE
