En los últimos años, la industria de los videojuegos ha enfrentado grandes desafíos, desde aumentos masivos en los presupuestos hasta grandes fracasos comerciales y miles de despidos. Aunque estas problemáticas parecen ser complejas, un nuevo informe señala un factor común detrás de estos problemas: la mala gestión interna en los estudios.
Según el periodista Jason Schreier, esta situación ha llevado a equipos completos a experimentar largos períodos de inactividad. En algunos casos, empleados de ciertos departamentos pasaban meses sin tareas claras, dedicando su tiempo a actividades personales mientras esperaban que otros equipos completaran su parte del trabajo. Este tipo de ineficiencia no solo afecta el cronograma de desarrollo, sino que también inflige enormes gastos en salarios de trabajadores que no están aprovechando su tiempo productivamente.
La mala gestión de los estudios es el problema de la industria.
La falta de coordinación interna también genera una desconexión entre los departamentos. Por ejemplo, los diseñadores pueden retrasar a los artistas, o los desarrolladores deben esperar hasta que las herramientas de software estén completamente funcionales. A esto se suma la intervención de altos ejecutivos, que muchas veces exigen cambios de último minuto o fuerzan la integración de mecánicas de servicio en vivo en juegos pensados para un solo jugador, algo que ha resultado en fracasos recientes como Suicide Squad y Concord.
Este tipo de gestión no solo aumenta los costos, sino que también arruina la moral del equipo y pone en riesgo la calidad de los proyectos. En los peores casos, estas dinámicas han llevado al cierre definitivo de estudios, como se evidenció con algunos desarrolladores importantes el año pasado. Para garantizar la sostenibilidad a largo plazo, la industria necesita una reforma urgente en sus procesos de desarrollo, enfocándose en una planificación más eficiente y en una comunicación interna sólida.
Fuente: Bloomberg