El papa Francisco y los presidentes de Brasil, Francia y Colombia, entre otros actores internacionales, proponen una nueva etapa de diálogos para zanjar la crisis política en Venezuela. ¿Es posible una negociación en pleno auge de acusaciones mutuas sobre “fascismos”, “terrorismos” y “golpes de Estado”? Expertos creen que sí.
El papa Francisco dijo esta semana en su mensaje anual al cuerpo diplomático en el Vaticano que deseaba el inicio de negociaciones para “el bien común del país” y solucionar su “grave crisis política” después de los controvertidos resultados electorales de julio.
Al explicar su inasistencia en la juramentación de Nicolás Maduro como gobernante por seis años más, el presidente colombiano Gustavo Petro insistió además en la necesidad de “mantener la tesis del diálogo político más amplio posible en Venezuela”, así como la suspensión de sanciones económicas y la posibilidad de repetir la elección presidencial.
Luego de ocurrida la investidura de Maduro, el viernes en Caracas, los jefes de Estado de Francia y Brasil, Emmanuel Macron y Luiz Inácio Lula da Silva, también se sumaron al llamado a nuevas negociaciones tras conversar sobre asuntos bilaterales por teléfono.
«Francia y Brasil están dispuestos a facilitar una reanudación de los intercambios, que puedan permitir un retorno de la democracia y la estabilidad en Venezuela”, dijo la presidencia francesa en un comunicado difundido el viernes.
Lula, quien diligenció junto a Petro y el expresidente mexicano Andrés López Obrador esfuerzos para que el chavismo publicara y permitiera una verificación independiente de todas las actas de la votación de julio, renovó su llamado a dialogar este sábado.
“Brasil también insta a las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas”, expresó en un comunicado.
Tanto el papa Francisco como los jefes de Gobierno demandaron el respeto a los derechos humanos en Venezuela y, en el caso de los mandatarios, insistieron en la necesidad de cesar la persecución de disidentes por parte del gobierno de Maduro.
Francia pidió la liberación inmediata de todos los detenidos por razones políticas. Brasil, por su parte, reconoció la “los gestos de distensión” del oficialismo al liberar a 1.500 detenidos en los últimos meses, pero deploró “los recientes episodios” de arrestos, amenazas y persecución de opositores.
¿Hay cabida al diálogo?
La situación política en Venezuela es “un juego absolutamente trancado en las actuales circunstancias”, de acuerdo con el politólogo Piero Trepiccione, quien resalta cómo la elección de julio, llamada a “oxigenar” las disputas internas, falló en su cometido.
Según sus análisis, Venezuela se debate entre una oposición que “maximizó” las expectativas de reivindicar el que considera su triunfo electoral y un proyecto político que “está aferrado al poder, sin facilitar una discusión democrática” de las controversias.
“Eso obliga a buscar fórmulas alternativas y mecanismos que puedan producir resultados concretos que favorezcan a la población venezolana”, dice a la Voz de América.
La propuesta de Macron, Petro y Lula, así como del papa, “busca reabrir el juego”, opina. “Es una tarea nada fácil, pero no imposible viendo el histórico de transiciones políticas en el mundo”, apunta Trepiccione.
La oposición acusa a Maduro de consumar «un golpe de Estado» al juramentarse como gobernante sin haber ganado las elecciones, mientras su dirigente María Corina Machado se mantiene en la clandestinidad tras denunciar que fue detenida y liberada por autoridades policiales tras la protesta del jueves, en Chacao.
Edmundo González, que dice haber ganado la elección con base en las actas de votación, postergó su promesa de regresar al país de su exilio para asumir la presidencia, aludiendo riesgos para su integridad. Maduro y sus voceros, entretanto, acusan a la oposición de aliarse con actores foráneos y «mercenarios» para una «conspiración».
El gobierno de Maduro y la opositora Plataforma Unitaria Democrática iniciaron en agosto de 2021 un proceso de negociaciones facilitado por el Reino de Noruega, si bien esos diálogos habían comenzado informalmente dos años antes.
Ese mecanismo permitió la firma de acuerdos políticos en Barbados en octubre de 2023, pero los actores denunciaron sus incumplimientos por la contraparte antes, durante y luego de la elección.
El fin de la fórmula noruega
El diálogo facilitado por Noruega ya parece haberse vencido y no es una alternativa idónea para la actual crisis en Venezuela, de acuerdo con el politólogo Pablo Andrés Quintero.
“No hay forma de resucitarlo en estos momentos. Deben crear otro espacio de negociación”, expresa el analista a la VOA.
Quintero prevé que toda nueva fórmula de diálogo en Venezuela tendrá actores clave, como Estados Unidos, gobernado a partir del 20 de este mes por el presidente Donald Trump, bajo la incertidumbre de si mantendrá o no sanciones económicas y conversaciones directas con Caracas, como lo hizo la administración de Joe Biden.
“El diálogo y la negociación siempre tiene que estar presente, sobre la mesa. Hay que retomar vías de diálogo, desescalar el conflicto y las acusaciones mutuas”, afirma.
Quintero también considera vital el involucramiento de mandatarios de otras naciones, como Macron, Lula y Petro, en esos eventuales diálogos sobre Venezuela.
“Se reducen las opciones y el diálogo va a ser necesario, con mandatarios, eso ayuda mucho, hay que valorar esos esfuerzos e insistir en la posibilidad de que se solucionen las cosas en Venezuela”, señala.
Trepiccione, por su parte, advierte sobre una “exacerbación del conflicto político” en Venezuela después de las elecciones, con denuncias opositoras de fraude y la persecución y arresto de cientos de activistas opositores, defensores de DDHH y periodistas.
“El 28 de julio abrió más cicatrices, más heridas, más dudas razonables en torno al resultado de la elección y eso ha agudizado la confrontación política en Venezuela”, dice, también convencido de que la fórmula noruega parece haber llegado a su fin.
“Tiene que haber un relanzamiento tanto del formato como de los actores del diálogo. Creo que ya ese mecanismo de Noruega efectivamente rindió lo que tenía que rendir, no veo posibilidades de retomarlo, tiene que ser otro mecanismo”, concluye.
Respalda además la noción de que Trump y su candidato a secretario de Estado, el senador republicano Marco Rubio, serán determinantes en esas negociaciones entre el gobierno y la oposición, que Washington dice apoyar como ganadora de la elección presidencial.
La cooperación de Petro y Lula, dos mandatarios de izquierda, también “garantiza de alguna manera” la participación en esos diálogos de naciones afines a Maduro, como Rusia y China, opina Trepiccione, directivo del centro de análisis venezolano Gumilla.
Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, consideró esta semana que “el diálogo es primordial” en Venezuela, declarándose “profundamente preocupado” por las nuevas detenciones de opositores y activistas.
¡Conéctate con TDI Colombia! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.