Como hace 6 años, Maduro se expone a otro aislamiento ante un mundo “fatigado” de la crisis en Venezuela

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La inauguración de un nuevo período presidencial en Venezuela, en medio de una profunda crisis política y de derechos humanos, presenta el enésimo reto para la comunidad internacional sobre la nación sudamericana: ¿a quién reconocerán los gobiernos como el jefe de Estado legítimo: al socialista Nicolás Maduro o a su rival opositor Edmundo González?

Este viernes es la fecha clave para que los poderes ejecutivos de América y el resto del planeta definan sus posturas sobre a quién consideran como el presidente de Venezuela, el segundo país con mayor desplazamiento de ciudadanos, con 7,9 millones de migrantes.

Este 10 de enero, Maduro espera iniciar un tercer mandato de seis años tras haber sido proclamado ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio con poco más del 51 % de los votos, contra el 43 % obtenido oficialmente por el candidato González Urrutia, respaldado por la opositora Plataforma Unitaria y la líder María Corina Machado.

Sin embargo, la oposición venezolana afirma haber ganado esa votación con una ventaja de más de 36 puntos porcentuales sobre Maduro. Para probarlo, la plataforma antichavista publicó las copias de las actas obtenidas en el 85 % de los centros electorales.

Un grupo de países, entre ellos Estados Unidos, respaldó esos reclamos, reconociendo como ganador a González Urrutia, un septuagenario exdiplomático que aceptó ser candidato tras la inhabilitación política de Machado, la favorita de las encuestas.

González Urrutia, exiliado en España desde septiembre tras haber salido de Venezuela denunciando presiones en su contra, incluso de arresto, se encuentra en plena gira por 5 países de América para sumar apoyos, prometiendo asumir la presidencia de su país.

“Llegó la hora de la definición”, dijo esta semana Machado, por su parte, aún en la clandestinidad, horas después de comprometerse a liderar nuevas protestas en las calles de Caracas a partir de este jueves, en las vísperas de la jura presidencial.

Maduro y sus voceros, por su lado, han calificado de “ridículo” el reconocimiento de varios países de González Urrutia como mandatario venezolano, recordando lo ocurrido en 2019.

Hace seis años, decenas de gobiernos lo desconocieron como presidente por considerar que su reelección en 2018 fue fraudulenta y convocada inconstitucionalmente.

Esta vez, los días previos al acto protocolar que encabezará Maduro el viernes en la Asamblea Nacional, en Caracas, han incluido el retiro formal del embajador de Chile por considerar que hubo un “fraude” y la ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Paraguay por el manifiesto apoyo y reconocimiento de Asunción a González.

Comunidad “fatigada”

El panorama en 2025 para Venezuela “presenta desafíos” tanto para Maduro como para la oposición, “con dinámicas diferentes a las de la crisis de reconocimiento en 2019”, según Geoff Ramsey, analista del Atlantic Council, un centro de estudio de Estados Unidos.

El experto advierte en conversación con la Voz de América que la oposición enfrenta “un entorno internacional más fragmentado y menos interesado en volver a reconocer un gobierno paralelo como hicieron en 2019”, a pesar de los cuestionamientos sobre la elección.

A diferencia de 2019, cuando decenas de gobiernos reconocieron como presidente interino de Venezuela al líder parlamentario opositor Juan Guaidó, la comunidad internacional “ha mostrado señales de fatiga respecto a la crisis venezolana”, de acuerdo con Ramsey.

“Gobiernos en América Latina y Europa están priorizando sus agendas internas o ven con escepticismo la efectividad de sanciones prolongadas”, apunta. “La frase ‘reconocemos a los Estados, no a los gobiernos’ es cada vez más común”, subraya.

Maduro “no cuenta con esa legitimidad” que necesitará para gobernar democráticamente por la “dificultad” de sus pares de reconocer una elección sin transparencia, considera la experta en relaciones internacionales y docente universitaria Elsa Cardozo.

“El aislamiento no será en cuanto a escrutinio internacional, sino el que le priva de oportunidades para legitimarse y acceder a recursos económicos” en organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, estima.

La oposición también enfrenta una situación “compleja y llena de matices”, a pesar del apoyo de las grandes democracias del mundo, opina Cardozo. “Pero la gran dificultad es para Maduro, que es un presidente de hecho, por la fuerza”, señaló a la VOA.

¿Quiénes reconocen a Maduro?

Países con gobiernos de corte autoritario, socios políticos y económicos del chavismo, han expresado su reconocimiento y felicitación a Maduro por su victoria oficial en las elecciones del año pasado. Entre ellos, están Rusia, China, Irán, Corea del Norte.

También respaldan formalmente al dirigente chavista los gobiernos de Turquía, Serbia, un grupo de países africanos y del Caribe, así como naciones del mundo árabe.

En Latinoamérica, Maduro cuenta con el respaldo de Cuba, Nicaragua y Honduras. Según el oficialismo venezolano, más de 50 países han reconocido su triunfo comicial.

¿Quiénes respaldan al opositor González Urrutia?

Estados Unidos ha liderado el concierto de voces hemisféricas que rechazaron la proclamación de Maduro como ganador de la contienda electoral y que, en cambio, reconocieron a González Urrutia como el candidato con más votos en Venezuela.

El presidente Joe Biden, que dejará la Casa Blanca el 20 de este mes, recibió en la Oficina Oval a González Urrutia, con quien conversó durante 45 minutos y a quien llamó “presidente electo”.

En Sudamérica, Argentina, Chile, Perú y Ecuador han reconocido oficialmente a González Urrutia como el ganador de las elecciones de julio. El liberal Javier Milei incluso lo recibió en la Casa Rosada de Buenos Aires hace días llamándolo “presidente”.

Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Guatemala y El Salvador, entre otros, también han expresado su felicitación a González como ganador de la votación presidencial. Algunos de sus gobernantes, como el salvadoreño Nayib Bukele, denunciaron “fraude” en Venezuela a las pocas horas de conocerse los resultados oficiales de las elecciones.

Los 27 países de la Unión Europea han criticado la falta de transparencia de las elecciones, criticando la ausencia de datos pormenorizados de los resultados oficiales y advirtiendo que no los reconocerán, pero tampoco han movido fichas para reconocer como bloque a González Urrutia como presidente electo. El diario El País informó este mes que los embajadores de las naciones europeas no acudirán a la jura presidencial de Maduro.

Neutralidad y ambigüedad de otros

Las posturas más cercanas a una neutralidad diplomática sobre la crisis venezolana han sido las de los gobiernos de Colombia y Brasil, naciones vecinas de Venezuela y presididas por los izquierdistas Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva.

Por meses, ambos exigieron la publicación de las actas electorales para verificarlas de forma independiente, lo que no ocurrió. Este miércoles, Petro dijo que no acudiría a la juramentación de Maduro tras el arresto de varios activistas críticos del chavismo en Venezuela.

Si bien dijo que no pude reconocer elecciones “que no fueron libres”, adelantó que no romperá relaciones diplomáticas con un país al que Colombia está vinculada “por sangre, cultura e historia”.

México, que también exigió transparencia en la elección mediante la publicación de las actas y que vivió su propia transición presidencial en el interín de la controversia en Venezuela, enviará un delegado a la jura presidencial de Maduro, defiende la “autodeterminación de los pueblos” y dice que corresponde a los venezolanos “definir” su gobernante.

El caso de Uruguay también es particular. Aunque el presidente Luis Lacalle Pou reconoció a González como presidente electo, un nuevo jefe de Estado asumirá el poder en marzo. Se trata de Yamandú Orsi, un político de izquierda que dejó en el aire el reconocimiento a uno u otro gobernante en Venezuela, a pesar de sus críticas a las políticas de Maduro.

“La relación diplomática está complicada. Es un proceso lento y de trabajo (…) tenemos relaciones con países que no tienen nada que ver con nuestra forma de vida y política, y no hay novedad”, dijo a la prensa Orsi, a finales de noviembre.

El presidente de Bolivia, el izquierdista Luis Arce, enfrentado políticamente con uno de los viejos aliados del chavismo, Evo Morales, dijo que no acudiría a la toma presidencial en Venezuela por una agenda apretada, pero que enviaría “una representación”.

Aclaró que no ejercería ninguna “injerencia” en los asuntos venezolanos y que su posición oficial sobre el gobierno de Maduro y las elecciones de julio se revelarían a través de su cancillería.

En boca de María Corina Machado, la oposición venezolana ha rechazado la postura de algunos gobiernos de reconocer “Estados” y no “gobiernos”. “No funciona para los venezolanos”, dijo.

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