En 2024, el 88,9% de los coches vendidos en Noruega fueron 100% eléctricos. No ha habido problemas generalizados. Los coches funcionan en el frío y todo el mundo está más contento con carreteras más tranquilas y un aire más limpio.
Noruega lidera la transición hacia los vehículos eléctricos: un ejemplo para el mundo
En 2024, Noruega rompió nuevamente su propio récord de adopción de vehículos eléctricos (VE), alcanzando un impresionante 88,9 % de las ventas de automóviles nuevos, frente al 82,4 % en 2023. Esta tendencia consolida al país como líder mundial en la transición hacia una movilidad sostenible, apoyada por políticas ambiciosas y una mentalidad social orientada a la sostenibilidad.
Dominio de los vehículos eléctricos en el mercado
Además de los VE, los vehículos híbridos enchufables (PHEV, por sus siglas en inglés) representaron un 2,7 % adicional del mercado, elevando la cifra total de vehículos con enchufe al 91,6 %. Si se incluyen los vehículos híbridos convencionales, el porcentaje de automóviles electrificados subió al 96,9 %. Por otro lado, los vehículos exclusivamente diésel y de gasolina apenas representaron un 2,3 % y 0,8 % respectivamente, evidenciando un cambio drástico en las preferencias de los consumidores noruegos.
Incentivos y políticas que impulsaron el cambio
Aunque Noruega no cuenta con una prohibición oficial de los vehículos de combustión interna (ICE, por sus siglas en inglés), la combinación de altos impuestos sobre estos vehículos y beneficios significativos para los VE ha sido determinante para este cambio masivo. Estos incentivos incluyen exenciones fiscales, acceso a carriles exclusivos, estacionamiento gratuito y la posibilidad de usar ferris sin costo adicional. Incluso después de que algunos de estos incentivos se redujeran en años recientes, la adopción de VE continuó en aumento, demostrando que el cambio en el comportamiento del consumidor ya está consolidado.
En comparación, países como Alemania han experimentado un descenso en las ventas de VE tras reducir sus incentivos, destacando la importancia de políticas consistentes y bien diseñadas para mantener el impulso hacia la electrificación.
Un cambio que trasciende las nuevas ventas
El impacto de los VE en Noruega no se limita al mercado de autos nuevos. Al cierre de 2024, los vehículos eléctricos representaban el 28,6 % del parque automotor total del país, superando en número a los automóviles de gasolina. Aunque los vehículos diésel todavía son el grupo más grande en las carreteras noruegas, con algo más de un tercio del total, se espera que esta tendencia cambie en pocos años.
Retos para las empresas de alquiler de vehículos
A pesar del éxito general, las empresas de alquiler de vehículos siguen siendo un bastión para los automóviles de combustión interna. Según Ulf Tore Hekneby, director de Harald A. Møller, el mayor importador de automóviles en Noruega, los turistas son los principales clientes de estos vehículos. Muchos visitantes, especialmente de países con bajas tasas de adopción de VE, como Estados Unidos (con apenas un 9 % de participación de mercado en 2024), no están familiarizados con la tecnología y prefieren alquilar coches con motores tradicionales.
Un fenómeno similar se ha observado en Estados Unidos, donde empresas como Hertz han tenido que ajustar sus flotas de VE debido a la falta de experiencia de algunos clientes. Sin embargo, la creciente disponibilidad de infraestructura de carga y la reducción del número de estaciones de servicio tradicionales podrían forzar un cambio incluso en este sector.
Infraestructura en evolución: más cargadores, menos gasolina
La transformación hacia los VE también está modificando la infraestructura del transporte en Noruega. Circle K, la mayor cadena de estaciones de servicio del país, ha anunciado que en menos de tres años tendrá tantos cargadores eléctricos como surtidores de combustible. Este cambio refleja una disminución constante en las ventas de combustibles fósiles y un aumento en la demanda de puntos de carga, que ya se han convertido en una vista común en las ciudades y carreteras noruegas.
Lecciones para el mundo
Noruega demuestra que una combinación de políticas públicas inteligentes, incentivos económicos y conciencia social puede acelerar la transición hacia una movilidad sostenible. Su ejemplo pone en evidencia que el futuro de los automóviles no solo es eléctrico, sino también más limpio y eficiente. Otros países, especialmente aquellos con bajos índices de adopción de VE, pueden encontrar en Noruega una hoja de ruta hacia un futuro más sostenible.
Vía electrek.co