Villavicencio, la tierra del joropo, los paisajes llaneros y el calor humano, también es hogar de un orgullo deportivo: Llaneros Fútbol Club. Este equipo, el único club profesional del Meta, representa no solo a una ciudad, sino a toda una región que vibra con el deporte. Sin embargo, detrás de cada gol, cada jugada y cada esfuerzo en la cancha, hay una realidad que asfixia al equipo y pone en jaque su futuro.
Hoy nos preguntamos: ¿dónde están nuestros concejales? ¿Dónde están aquellos que dicen amar a Villavicencio y que, frente a las cámaras, proclaman su apoyo al deporte? Porque la verdad es que las palabras no bastan. Si realmente les importara el equipo, ya habrían tomado medidas concretas para aliviar la carga que pesa sobre Llaneros Fútbol Club.
La dura realidad económica del equipo
Los números no mienten. Llaneros Fútbol Club pierde el 63.7% de sus ingresos en impuestos y gastos obligatorios antes de que siquiera ruede el balón en el campo. Esto significa que, de cada 100 pesos que ingresan al club:
- El 10% va al IMDER (Instituto Municipal de Deporte y Recreación).
- Otro 10% se destina a la Secretaría de Hacienda.
- El 43.7% se gasta en operativos como ambulancias, defensa civil, servicios y logística.
Es una sangría económica que deja al equipo con apenas el 36.3% de sus ingresos para cubrir salarios, entrenamientos, viajes y demás necesidades básicas para competir. ¿Cómo puede un club sobrevivir y prosperar bajo estas condiciones?
El silencio del Concejo Municipal
Mientras Llaneros lucha por mantenerse a flote, el Concejo Municipal parece estar más ocupado en fiestas, homenajes, selfies y discursos vacíos. Nadie propone soluciones reales, nadie presenta un proyecto serio para reducir los impuestos que están ahogando al equipo. Y no estamos hablando de pedirles dinero; estamos hablando de que dejen de quitarle al club lo poco que tiene.
Es indignante ver cómo se ignora la importancia del fútbol como motor social y cultural. Llaneros Fútbol Club no solo es un equipo; es un símbolo de identidad para Villavicencio y el Meta. Es un espacio donde los jóvenes encuentran inspiración, donde las familias se reúnen y donde se construye comunidad. Pero parece que esto no es suficiente para nuestros representantes.
¡Menos palabras, más acción!
Es hora de exigir más de nuestros concejales. Queremos representantes que actúen con hechos, no con discursos vacíos. Queremos proyectos que reduzcan los impuestos asfixiantes y permitan que Llaneros Fútbol Club respire y crezca. Queremos justicia para el fútbol llanero.
Si realmente aman a Villavicencio, como dicen, es momento de demostrarlo. El fútbol llanero no necesita palmaditas en la espalda ni promesas vacías; necesita decisiones valientes y acciones concretas. Porque apoyar al deporte no es un lujo, es una inversión en nuestra gente, en nuestra juventud y en nuestro futuro.
Concejales de Villavicencio, la pelota está en su cancha. ¿Qué van a hacer?
El fútbol llanero los necesita ahora más que nunca.
