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“Ni un solo centímetro está limpio”

“Ni un solo centímetro está limpio”


Científicos encontraron basura plástica en el fondo de Calypso Deep, el punto más profundo del Mar Mediterráneo, ubicado aproximadamente a 5,2 kilómetros debajo del nivel del agua. La mayoría eran desechos marinos, incluyendo bolsas de basura intactas probablemente arrojadas desde barcos.

  • Basura marina alcanza los 5.112 m en el Mediterráneo.
  • 167 objetos identificados, la mayoría plásticos.
  • Zona: fosa Calipso, al oeste del Peloponeso.
  • Submarino Limiting Factor permitió explorar el fondo.
  • Corrientes marinas y vertidos directos, principales causas.
  • Tecnología avanzada y necesidad de políticas globales.
  • Mediterráneo: uno de los mares más contaminados.

Un problema creciente en las profundidades

La fosa Calipso, ubicada a 60 kilómetros al oeste de la costa del Peloponeso, en Grecia, ha revelado una realidad alarmante: la contaminación marina ha alcanzado los 5.112 metros de profundidad. En una expedición reciente, se han identificado 167 objetos, de los cuales 148 son basura marina y 19 podrían tener origen humano indirecto.

Este hallazgo, documentado en la revista Marine Pollution Bulletin, representa una de las mayores concentraciones de residuos jamás detectadas a tales profundidades. La presencia de plástico, vidrio, metales y papel confirma que ningún rincón del Mediterráneo está libre de impacto humano.

¿Cómo llega la basura tan abajo?

Los residuos en la fosa Calipso provienen de múltiples fuentes. Según el profesor Miquel Canals, algunos objetos ligeros como bolsas de plástico viajan desde la costa hasta el fondo, ayudados por corrientes marinas, remolinos superficiales y procesos de degradación que aumentan su densidad. Además, se ha detectado evidencia de vertidos directos desde embarcaciones, como lo muestra el rastro lineal de acumulaciones diversas.

La fosa actúa como un “trampa natural”, con una forma cerrada y una circulación de agua muy débil —aproximadamente 0,02 m/s, con picos de hasta 0,18 m/s—, lo que favorece la sedimentación de residuos ligeros.

El Limiting Factor: ingeniería al servicio de la ciencia

Explorar zonas tan profundas requiere tecnología extrema. El Limiting Factor, un submarino tripulado de última generación, fue la herramienta clave para esta misión. Desarrollado por Triton Submarines, este vehículo puede transportar a dos personas hasta las fosas oceánicas más profundas.

En la fosa Calipso, cubrió 650 metros en línea recta durante 43 minutos, a una velocidad de 1,8 km/h. Aunque la biodiversidad en este abismo es limitada, se observaron especies como Coryphaenoides mediterraneus y Acanthephyra eximia. No obstante, en zonas con más vida marina, la interacción con residuos puede causar pesca fantasma, ingestión de plásticos, enterramiento o uso de basura como hábitat.

Un mar Mediterráneo particularmente vulnerable

El Mediterráneo es uno de los mares más contaminados del planeta. Su naturaleza cerrada, junto con alta densidad de población costera, tráfico marítimo intenso y pesca extendida, lo convierte en un punto caliente de acumulación de residuos. En 2021, ya se identificó el Estrecho de Mesina como el área con mayor densidad de basura marina conocida.

La falta de conciencia social sobre el fondo marino agrava el problema. A diferencia de playas o costas, el lecho marino es invisible para la mayoría, lo que dificulta la presión política y la acción ciudadana. Canals insiste en la necesidad de una movilización conjunta entre científicos, comunicadores, medios e influencers para cambiar esta situación.

La tecnología como el submarino Limiting Factor es esencial para conocer y documentar los impactos ambientales invisibles, como la contaminación en las grandes profundidades. Esta capacidad técnica no solo permite cuantificar el problema, sino también:

  • Identificar puntos críticos de acumulación, útiles para enfocar acciones de limpieza o prevención.
  • Estudiar el comportamiento de los residuos en ecosistemas profundos, algo antes inalcanzable.
  • Contribuir con datos a tratados internacionales, como el futuro Tratado Global sobre Plásticos impulsado por la ONU.
  • Concienciar a la sociedad mediante imágenes e información precisa de lo que ocurre en zonas inaccesibles.

En manos de políticas efectivas, regulaciones firmes y una ciudadanía comprometida, la combinación de ciencia, ingeniería y voluntad política podría revertir el daño y proteger los océanos. Las herramientas ya existen. Lo que falta es decisión.

Vía ub.edu

Más información: Marine litter in the deepest site of the Mediterranean Sea



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