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Científicos de la Universidad Nacional de Singapur proponen una solución para ayudar a reducir las emisiones derivadas del uso de la tierra en el sudeste asiático en un 54 % > conservar turberas y manglares

Científicos de la Universidad Nacional de Singapur proponen una solución para ayudar a reducir las emisiones derivadas del uso de la tierra en el sudeste asiático en un 54 % > conservar turberas y manglares


La conservación de turberas y manglares podría reducir a la mitad las emisiones derivadas del uso de la tierra en el sudeste asiático, según un estudio.

Los ecosistemas de turberas y manglares se perfilan como aliados clave en la lucha contra el cambio climático. Un estudio reciente ha revelado que la conservación y restauración de los bosques pantanosos de turba y manglares en el sudeste asiático podría reducir las emisiones por uso de suelo en la región en aproximadamente un 54%. Esta medida tendría también un impacto significativo a nivel global, con una potencial reducción del 16% en las emisiones mundiales derivadas del uso del suelo.

Importancia de las turberas y manglares en el sudeste asiático

Aunque las turberas y manglares representan solo el 5,4% de la superficie terrestre del sudeste asiático, poseen una capacidad excepcional para capturar y almacenar carbono. Según investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), estos ecosistemas pueden almacenar hasta el 90% del carbono en el suelo, lo que los convierte en reservorios naturales de carbono con un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Además, son hábitats ricos en biodiversidad, albergando especies de flora y fauna que no se encuentran en otros entornos.

Esta región alberga una parte significativa de los ecosistemas de turberas y manglares tropicales del mundo. Países como Brunei, Camboya, Timor Oriental, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam concentran el 33% de los manglares y el 39% de las turberas tropicales a nivel mundial. Esto subraya la relevancia de la región en la conservación de estos ecosistemas.

Amenazas a los ecosistemas de turberas y manglares

A pesar de su importancia, estos ecosistemas están amenazados por diversas actividades humanas. Los manglares enfrentan riesgos como el desarrollo costero y la contaminación, según la Alianza Mundial de Derecho Ambiental. Por su parte, las turberas están expuestas a drenajes, incendios, agricultura y explotación minera, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estas alteraciones pueden convertir a las turberas y manglares en fuentes emisoras de carbono, agravando el calentamiento global.

Beneficios de conservar y restaurar turberas y manglares

El estudio de la NUS estima que, si se conservaran y restauraran las turberas y manglares ricos en carbono del sudeste asiático, se podría mitigar anualmente aproximadamente 770 megatoneladas de CO2 equivalente (MtCO2e), cifra que duplica las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero de Malasia en 2023.

Además, la restauración de las turberas y manglares degradados, que abarcan alrededor de 5,34 millones de hectáreas de turberas drenadas y 2,64 millones de hectáreas de turberas degradadas por otras causas, podría reducir las emisiones en aproximadamente 94 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente al año.

Es fundamental dar prioridad a la conservación de las turberas y manglares que permanecen intactos, ya que una vez alterados, es sumamente difícil recuperar el carbono secuestrado en estos suelos. La restauración, aunque necesaria, no sustituye el valor de conservar los ecosistemas en su estado natural.

El potencial económico de la conservación

Los autores del estudio también subrayan que estos ecosistemas de captura de carbono podrían generar valor económico mediante los créditos de carbono, lo que ayudaría a compensar los posibles beneficios económicos derivados del cambio de uso de suelo.

El doctor Pierre Taillardat, coautor del estudio e investigador principal del Laboratorio de Carbono de Humedales de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur, destacó que los suelos húmedos suelen tener poco valor agronómico, ya que no son aptos para cultivos tradicionales, pero su capacidad para almacenar carbono no tiene rival. Si el carbono se valorara como otros bienes críticos y se negociara en el mercado de créditos de carbono, se podrían desbloquear grandes oportunidades para proyectos de conservación y restauración. Estos proyectos permitirían a las comunidades locales liderar la gestión del carbono, creando escenarios beneficiosos donde la conservación ambiental y el desarrollo sostenible vayan de la mano.

Acciones urgentes para proteger turberas y manglares

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha advertido que cada año se destruyen aproximadamente 500.000 hectáreas de turberas, con especial incidencia en el este y sudeste asiático. Las turberas degradadas contribuyen a cerca del 4% de todas las emisiones antropogénicas de carbono a nivel mundial, lo que enfatiza la urgencia de adoptar medidas de conservación y restauración.

Los expertos coinciden en que estos ecosistemas poseen un potencial de mitigación climática que supera con creces su extensión, constituyendo una de las soluciones naturales más eficaces y escalables frente a la crisis climática. Proteger las turberas y manglares del sudeste asiático no solo reducirá drásticamente las emisiones de carbono, sino que preservará la biodiversidad y brindará oportunidades económicas sostenibles a las comunidades locales.

El futuro de la sostenibilidad en la región dependerá, en gran medida, de la capacidad de armonizar el desarrollo humano con la preservación de estos ecosistemas vitales.

Vía nus.edu.sg

Más información: Half of land use carbon emissions in Southeast Asia can be mitigated through peat swamp forest and mangrove conservation and restoration.



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