La Copa Mundial Femenina de la FIFA Sub-20 recibió el Premio Altius como certamen deportivo del año, por el impacto deportivo y social generado en el país, por la presencia de 24 delegaciones de todo el mundo. La distinción la recibió Ramón Jesurum, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
Como un legado en el presente y como una constante meta para el futuro, Colombia continúa su crecimiento como sede internacional de eventos deportivos, por lo que en la Gala de los Premios Altius 2024, la Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub-20 se adjudicó el certamen deportivo del año durante la noche de este lunes 20 de enero, en el Centro Empresarial Salitre de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Este premio se entrega a la organización de un certamen deportivo celebrado en territorio colombiano con los más altos estándares de calidad, con un alto impacto en la sociedad y con un legado importante para la región donde se realizó y, en general, para nuestro país.
Precisamente, la Copa Mundial Femenina de la FIFA Sub-20 fue un evento que representó una nueva oportunidad para que Colombia sobresaliera a nivel internacional. Las sedes de Bogotá, Cali y Medellín recibieron a 24 delegaciones participantes, un número sin igual en la historia de este campeonato.

Durante los 23 días de competencias, los estadios de Bogotá (El Campín y el Metropolitano de Techo), Medellín (Atanasio Girardot) y Cali (Pascual Guerrero) acogieron más de 288.000 seguidores del fútbol femenino. En las tres sedes mundialistas se disputaron 52 partidos (en un certamen distribuido en una fase de grupos y una final), siendo Bogotá la ciudad que albergó la mayor cantidad de encuentros. El total de venta de boletería fue de aproximadamente 265.000 tiquetes controlados (119.000 en Bogotá, 56.000 en Medellín y 90.000 en Cali).
Además de un balance positivo de la competencia deportiva, Colombia demostró al mundo su capacidad para organizar eventos deportivos del más alto nivel y el certamen internacional generó impacto económico y turístico en cada una de las sedes. En el caso de Medellín, el Atanasio Girardot recibió a 56.000 espectadores, generando ingresos estimados mayores a los 20 millones de dólares y atrajo a alrededor de 37.000 visitantes (tanto nacionales como internacionales).
Por su parte, Bogotá acogió a cerca de 20.000 visitantes durante el certamen y generó alrededor de 9.000 empleos directos e indirectos en sectores como turismo, transporte, comercio y la economía deportiva emergente.como un reconocimiento0 galardón como fue un evento sin precedentes en Colombia. Bogotá, Cali y Medellín recibieron a 24 delegaciones participantes, un número sin igual en la historia de este campeonato. Los estadios de Bogotá, Medellín y Cali acogieron más de 288.000 seguidores del fútbol femenino.
En las tres sedes mundialistas se disputaron 52 partidos, siendo Bogotá la ciudad que albergó la mayor cantidad de encuentros. El total de venta de boletería fue de aproximadamente 265.000 tiquetes controlados (119.00 en Bogotá, 56.000 en Medellín y 90.000 en Cali). El balance de la competencia fue positivo y Colombia demostró al mundo su capacidad para organizar eventos deportivos del más alto nivel.
Con información del TDI Colombia.