Ingenieros del MIT crean insectos robóticos que imitan los movimientos de polinizadores naturales, podrían usarse para polinización mecánica en entornos cerrados, como granjas verticales

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Los robots pueden volar durante más de 1.000 segundos (17 minutos), un tiempo 100 veces superior al de versiones anteriores.

Un futuro sostenible: insectos robóticos para la polinización mecánica

La innovación tecnológica está avanzando rápidamente para abordar algunos de los desafíos más urgentes en la agricultura moderna. Uno de estos avances promete revolucionar la forma en que cultivamos alimentos, al permitir que la polinización deje de depender exclusivamente de los insectos naturales. En este contexto, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha diseñado insectos robóticos que podrían transformar la agricultura en espacios cerrados y reducir el impacto ambiental asociado con la producción de alimentos.

Robots inspirados en la naturaleza

Inspirados por la anatomía y los movimientos de polinizadores naturales, como las abejas, los investigadores han desarrollado robots aéreos diminutos que superan los obstáculos de versiones anteriores en términos de agilidad, resistencia y precisión. Estos pequeños robots, que pesan menos de un clip de papel, son capaces de volar durante más de 1.000 segundos, lo que representa un avance de más de 100 veces en comparación con modelos anteriores. Además, alcanzan velocidades promedio de 0,35 metros por segundo y pueden realizar maniobras acrobáticas como giros dobles.

El diseño de estos robots incorpora alas artificiales que imitan el movimiento natural de las alas de los insectos, aumentando su estabilidad y capacidad de carga. La mejora de su diseño ha permitido reducir el estrés mecánico en los componentes clave, lo que alarga la vida útil de los robots y abre nuevas posibilidades para futuras aplicaciones.

Aplicaciones potenciales en la agricultura

La capacidad de los robots para realizar vuelos precisos durante períodos prolongados tiene implicaciones significativas para la polinización mecánica. En el futuro, estos dispositivos podrían polinizar cultivos en entornos cerrados, como almacenes agrícolas multiestructurales, maximizando la producción de frutas y hortalizas. Este enfoque no solo aumentaría el rendimiento agrícola, sino que también minimizaría el uso de pesticidas y fertilizantes, lo que reduciría los impactos negativos sobre el medio ambiente.

Optimización de diseño y rendimiento

El diseño actual de los robots presenta una configuración de cuatro alas, en contraste con modelos previos que utilizaban ocho. Al simplificar la estructura y optimizar la disposición de las alas, los investigadores lograron mejorar la eficiencia aerodinámica, evitando la interferencia de flujo de aire entre las alas. Asimismo, incorporaron músculos artificiales hechos de elastómeros y nanotubos de carbono, que permiten un movimiento más potente y estable.

Otro avance clave es la integración de bisagras de alas más largas, de aproximadamente 2 centímetros, diseñadas con una precisión excepcional mediante tecnología de corte láser. Estas bisagras reducen el estrés torsional durante el movimiento de las alas, aumentando la durabilidad y el rendimiento del robot.

Hacia la autonomía de los robots

Un objetivo a largo plazo del equipo del MIT es equipar a los robots con baterías y sensores diminutos, lo que permitiría su uso fuera del laboratorio. Estas mejoras permitirían a los robots volar y navegar de forma autónoma, facilitando aplicaciones prácticas en la polinización, el monitoreo ambiental e incluso tareas de rescate en áreas de difícil acceso.

Impacto en la sostenibilidad agrícola

La introducción de robots polinizadores podría mitigar problemas derivados de la disminución de poblaciones de abejas y otros insectos polinizadores. Además, al ser diseñados para funcionar en interiores, estos robots serían ideales para entornos agrícolas verticales, que requieren menos tierra y recursos hídricos que las prácticas tradicionales.

El desarrollo de esta tecnología representa un paso importante hacia una agricultura más sostenible, alineándose con las metas globales de conservación de la biodiversidad y reducción de emisiones de carbono. Al proporcionar una alternativa eficaz a los polinizadores naturales, los insectos robóticos podrían desempeñar un papel crucial en garantizar la seguridad alimentaria en un mundo con una población en crecimiento.

Perspectivas futuras

Aunque estos robots han alcanzado logros impresionantes, aún queda trabajo por hacer. Los investigadores planean ampliar la duración de vuelo a más de 10.000 segundos y mejorar la precisión para que puedan aterrizar y despegar de flores específicas. Con el tiempo, estas innovaciones podrían dar lugar a sistemas integrados que combinen sensores, inteligencia artificial y autonomía completa, llevando la polinización mecánica a nuevos niveles.

Este proyecto, financiado en parte por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y la beca Mathworks, abre las puertas a un futuro donde la tecnología y la naturaleza trabajen en conjunto para garantizar la sostenibilidad de nuestro planeta.

Vía mit.edu

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