El servicio de Internet satelital de Starlink ha alcanzado un logro impresionante con más de 4,6 millones de clientes en 118 países y regiones. Esto lo posiciona como una de las alternativas más accesibles y completas para zonas rurales o áreas remotas donde las conexiones tradicionales, como la fibra óptica, no llegan. Desde su inicio en 2020, Starlink ha crecido significativamente, mejorando tanto la cobertura como la calidad del servicio. Sin embargo, esta expansión también ha generado desafíos, como la aparición de regiones con disponibilidad limitada debido a la alta demanda.
El modelo de negocio de Starlink ha demostrado ser revolucionario, ofreciendo acceso a Internet de alta velocidad en regiones rurales y remotas donde otras opciones no están disponibles. Aunque no alcanza la estabilidad ni las bajas latencias de las conexiones por cable, Starlink sigue siendo una opción sólida y versátil. Con constantes mejoras, como la modificación de órbitas para reducir la latencia y alcanzar velocidades de hasta 1 Gbps, el servicio continúa ganando popularidad. Sin embargo, su crecimiento masivo ha generado zonas saturadas, o «agotadas», donde la demanda supera la capacidad disponible.
Starlink es un éxito.
Al observar el mapa de cobertura de Starlink, se destacan zonas saturadas en regiones de alta demanda, como Washington, California, Texas, México, Toronto, Nigeria, Yakarta, y Brisbane. En estas áreas, Starlink no acepta nuevos usuarios para evitar saturaciones que puedan afectar la calidad del servicio. Esto refleja un desafío operativo importante: equilibrar la creciente demanda con la capacidad limitada de los satélites actuales. La situación también se extiende a zonas como Alaska, donde incluso en áreas de baja densidad poblacional, la demanda ha alcanzado su límite.
Países como India y amplias zonas de África podrían ver el lanzamiento del servicio en 2025, sujeto a aprobaciones regulatorias y expansión de infraestructura. Este fenómeno resalta tanto el éxito de Starlink como los desafíos que enfrenta al intentar proporcionar Internet global sin comprometer la calidad del servicio.
Fuente: Benzinga