La autonomía promedio de los vehículos totalmente eléctricos para el año modelo 2024 ha alcanzado un récord histórico de 455,3 kilómetros por carga, según datos del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE). Este valor representa un aumento de 20,9 kilómetros respecto al año modelo anterior (2023) y es más de cuatro veces superior al autonomía promedio registrado en 2011, que era de apenas 109,4 kilómetros.
En cuanto a la autonomía máxima, el récord lo ostenta el Lucid Air Dream Edition, un sedán que fue certificado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en 2022, con una capacidad asombrosa de 837,1 kilómetros por carga. Este avance subraya el rápido desarrollo tecnológico en el sector de los vehículos eléctricos, especialmente en la mejora de las baterías y la eficiencia energética.
Crecimiento constante en la autonomía de los vehículos eléctricos
Desde 2011 hasta 2024, la autonomía media de los vehículos eléctricos en Estados Unidos ha seguido una curva de crecimiento sostenido. En 2016, la autonomía promedio alcanzó 348,9 kilómetros, marcando un hito significativo en la transición hacia vehículos más eficientes. A partir de allí, el progreso ha sido constante: en 2020, la mediana llegó a 384,6 kilómetros, y en 2023 a 434,5 kilómetros.
Este crecimiento no solo refleja los avances tecnológicos, sino también el cambio en las preferencias de los consumidores, quienes exigen vehículos con mayores rangos para superar las limitaciones de la ansiedad por la autonomía, uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de los vehículos eléctricos.
Impacto en la sostenibilidad y el medio ambiente
El aumento en la autonomía de los vehículos eléctricos tiene un impacto significativo en términos de sostenibilidad. Al ofrecer rangos más amplios, estos vehículos pueden competir de manera más efectiva con los automóviles de combustibles fósiles, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. En el contexto de la lucha contra el cambio climático, el sector del transporte es clave, ya que representa aproximadamente el 14 % de las emisiones globales de CO2.
Además, los avances en la autonomía también favorecen la adopción de fuentes de energía renovable para la recarga de baterías, ya que los usuarios pueden aprovechar mejor la capacidad de almacenamiento para recargar en horarios con alta disponibilidad de energías limpias, como la solar o eólica.
Desafíos y futuro de los vehículos eléctricos
A pesar del progreso, los desafíos persisten. Entre ellos destacan el desarrollo de una infraestructura de carga robusta, especialmente en áreas rurales, y la necesidad de reducir los costes de las baterías para que los EV sean accesibles a una mayor cantidad de consumidores. No obstante, con tecnologías emergentes como las baterías de estado sólido y la implementación de políticas gubernamentales que incentivan la adopción de EV, el futuro parece prometedor.
En conclusión, los datos recientes muestran que los vehículos eléctricos no solo están ganando popularidad, sino que están cambiando la dinámica del transporte personal y la sostenibilidad energética. Con una mediana de autonomía que alcanza los 455,3 kilómetros por carga, el año modelo 2024 marca un hito importante en la evolución hacia un transporte más limpio y eficiente.
Vía www.energy.gov