Corea del Sur enfrenta una de sus peores tragedias aéreas tras el accidente de un avión de Jeju Air en el aeropuerto internacional de Muan. El Boeing 737-800, con 181 personas a bordo, se estrelló la mañana del domingo, dejando un saldo de 179 muertos y solo dos sobrevivientes. Este incidente marca el peor desastre aéreo en territorio surcoreano desde 1997.
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Circunstancias: El vuelo 2216, procedente de Bangkok, intentó un aterrizaje de emergencia tras fallar el tren de aterrizaje, presuntamente afectado por un impacto de aves. La aeronave aterrizó sin ruedas, sobrepasó la pista y chocó contra un muro perimetral, causando una explosión.
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Cifras de víctimas: Entre los fallecidos se encuentran cinco niños menores de 10 años y dos pasajeros tailandeses. Las edades de los pasajeros iban de los 3 a los 78 años, y muchos estaban en sus 40, 50 y 60 años. Algunas víctimas solo pudieron ser identificadas mediante huellas dactilares.
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Relatos familiares: Historias desgarradoras emergen de la tragedia. Maeng Gi-su, de 78 años, perdió a su sobrino y los dos hijos de este en su primer viaje internacional, celebrado por un logro académico.
Las autoridades han recuperado las cajas negras de la aeronave, aunque su análisis podría tardar un mes debido a los daños sufridos. El piloto, con más de 6.800 horas de vuelo, reportó dificultades con aves y emitió una señal de «mayday» antes del accidente. Se sospecha que un impacto de aves pudo haber bloqueado el sistema del tren de aterrizaje.
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Más de 1.500 bomberos, policías y soldados participaron en las labores de rescate, enfrentándose a un avión totalmente destruido. Solo la sección de la cola permaneció reconocible entre los escombros.
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Corea del Sur declaró siete días de luto nacional. El presidente interino, Choi Sang-mok, visitó el lugar del accidente y prometió apoyo total a las familias afectadas.
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Jeju Air, en su primer accidente fatal desde su fundación en 2005, emitió disculpas públicas en una conferencia televisada. Su presidente expresó su compromiso de colaborar en las investigaciones.
Este desastre ha conmocionado a un país ya afectado por una crisis política, con su presidente y su sucesor temporal recientemente destituidos. El accidente también es un golpe para la reputación de la industria aérea surcoreana, reconocida por sus altos estándares de seguridad.
Las investigaciones continúan mientras el mundo sigue de cerca estas noticias de última hora sobre un incidente que ha dejado profundas cicatrices en Corea del Sur.
