Las hormigas superan a los humanos en resolución colectiva de problemas cuando trabajan en grandes grupos, gracias a habilidades cognitivas emergentes.
Las hormigas superan a los humanos en la resolución colectiva de problemas.
Un equipo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias ha descubierto que, bajo ciertas circunstancias, las hormigas pueden superar a los humanos en tareas de resolución colectiva de problemas. Este hallazgo destaca la capacidad de las hormigas para trabajar en conjunto de manera eficiente, gracias a lo que los científicos denominan «habilidades cognitivas emergentes».
Estudio sobre la cognición colectiva: una comparación entre especies
Los investigadores analizaron el concepto de cognición colectiva, es decir, la habilidad de un grupo para resolver problemas con mayor eficiencia que los individuos actuando por separado. Aunque este fenómeno es común en muchos sistemas biológicos, la coordinación subóptima puede dificultar el éxito del grupo. En este contexto, las hormigas y los humanos destacan en su capacidad para transportar cargas grandes y navegar por entornos complejos, tanto de forma individual como colectiva.
Para investigar este comportamiento, se diseñó un experimento basado en el «rompecabezas de los transportistas de piano». En este desafío, se pidió a grupos de hormigas (específicamente Paratrechina longicornis) y a humanos mover un objeto en forma de «T» a través de un laberinto. Mientras los humanos realizaban la tarea como un reto intelectual, las hormigas fueron inducidas a pensar que el objeto era alimento.
Resultados del experimento: humanos contra hormigas
Cuando se analizaron las capacidades individuales, los humanos superaron ampliamente a las hormigas, como era de esperarse. Sin embargo, al aumentar el tamaño de los grupos, las hormigas demostraron una ventaja significativa en la coordinación colectiva, particularmente en grupos grandes.
Las hormigas exhibieron un comportamiento colectivo notablemente eficiente gracias a una «memoria emergente». Este concepto, según los investigadores, se refiere a la capacidad del grupo de almacenar de forma temporal información sobre la dirección del movimiento en el estado ordenado de las hormigas transportadoras. En términos prácticos, esta memoria colectiva permitió a las hormigas optimizar rutas y navegar con mayor éxito a través del laberinto.
En contraste, los humanos enfrentaron desafíos de coordinación. Al trabajar en grupo, su rendimiento no siempre mejoró. Las diferencias individuales y la falta de una memoria colectiva emergente condujeron a estrategias «codiciosas», como intentar mover el objeto directamente hacia el objetivo sin considerar obstáculos a largo plazo.
Lecciones desde la naturaleza: ¿por qué las hormigas son más eficientes?
El profesor Ofer Feinerman explicó que una colonia de hormigas funciona como un «superorganismo» en el que las integrantes, que son hermanas, comparten intereses comunes. Este alto nivel de cooperación contrasta con las dinámicas humanas, donde las diferencias individuales y la competencia pueden limitar la efectividad del trabajo en grupo.
«Hemos demostrado que las hormigas actuando como grupo son más inteligentes, ya que para ellas el todo es mayor que la suma de sus partes«, afirmó Feinerman. En cambio, en los humanos, la creación de grupos no expandió las capacidades cognitivas de los individuos.
Implicaciones para la sostenibilidad y las energías renovables
Este estudio tiene implicaciones más allá del comportamiento animal, ofreciendo lecciones valiosas para diseñar sistemas sostenibles basados en principios de cooperación colectiva. En el ámbito de las energías renovables, por ejemplo, el comportamiento de las hormigas podría inspirar nuevas estrategias para optimizar redes de distribución de energía, como microgrids, donde la coordinación eficiente entre diferentes nodos es clave.
Asimismo, el concepto de memoria emergente podría ser útil en diseño de robots autónomos que trabajen en conjunto para tareas como la limpieza de derrames de petróleo o la instalación de paneles solares en terrenos complejos.
El comportamiento colectivo de las hormigas pone de manifiesto la importancia de la cooperación y la alineación de intereses para alcanzar objetivos comunes. Aunque los humanos tienen capacidades cognitivas individuales superiores, la naturaleza sigue siendo una fuente de inspiración para mejorar nuestros sistemas sociales y tecnológicos en aras de un futuro más sostenible.
Vía wis-wander.weizmann.ac.il