El pasado 13 de diciembre, el pesista vallecaucano obtuvo medalla de bronce en el envión de los 102 kilogramos, del Mundial de Pesas realizado en Manama, Bahrein. Con ello, Rivas vuelve a la escena para ratificarse como una de las grandes realidades del levantamiento de pesas colombianas, para el nuevo ciclo olímpico que comienza el 1º de enero próximo.
Por Ingrid Victoria Vallejo Lucena
Docente de Corporación Universitaria del Caribe. Ms.c Metodología del entrenamiento deportivo. Esp. Periodismo deportivo. Profesional en Deporte
Conocer cómo ha sido la trayectoria deportiva de Johnatan Rivas es descubrir que detrás de cada victoria hay una historia del trabajo arduo, con muchos altibajos, pero, también con mucha fe en sí mismo para perseguir los sueños.
Jonathan nació en Cartago, Valle, y se crio en el municipio de Águila hasta la edad de nueve años, en un núcleo familiar de humildes campesinos, que han sido el pilar más importante de su vida.
A los nueve años decidió seguir los pasos de sus dos más grandes referentes olímpicos, los medallistas Oscar Figueroa y Diego Salazar, a quienes admira por su profesionalismo, su humildad y su sencillez.
Su primer entrenador fue el profesor Fernando Aponte Gutiérrez, quien hoy en día lo sigue apoyando, hasta el punto de convertirse en un segundo padre y psicólogo.
El profesor Aponte conoce a Jonathan, desde aquel día del año 2008, cuando llegó al coliseo deportivo de la Isleta, de Cartago, para ponerse a las órdenes de la profesora Damaris Delgado, primera mujer entrenadora de pesas olímpicas en el país. Sin embargo, poco después, Damaris fue contratada como entrenadora en Yumbo y partió a su nuevo destino.
Entonces, el profe Aponte toma su puesto como entrenador municipal en Cartago y asume la dirección de Rivas. El profe recuerda: “Jonathan se inició a la corta edad de los nueve años. Desde ese momento mostró compromiso y dedicación, que no eran muy normales para un niño de su edad”.
Johnatan Rivas empieza a frecuentar el gimnasio por su cuenta, en compañía de sus tres hermanos, y recuerda haber vibrado mucho, viendo las competencias de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Estas imágenes se le grabaron con tal veneración, hasta el punto de persistir por muchos años, y eso hace que, a pesar de no ser el más talentoso, como lo explica el profesor Aponte, “su condición mental hizo que llegara al punto en dónde está hoy en día”.
Se tomó tan en serio su trayectoria deportiva, junto con su entrenador, para lograr ser campeón departamental en varias oportunidades, y dos veces campeón nacional sub 15 y sub 17. “Creo que cada día era más fuerte que el día anterior”, señala Jonathan.
Por otro lado, el profesor Aponte resalta que en muy poco tiempo desarrolló su talento: “le costó un poco el llegar al oro departamental, puesto que coincidió con una camada de deportistas igual de talentosos, que hoy en día también son campeones mundiales y panamericanos”.
Irse solo de su casa, a la edad de los 16 años, a vivir a Cali, en una Fundación, según explica Jonathan, y sin dinero para sostenerse, lo hizo más fuerte, también gracias al acompañamiento y apoyo del entrenador Jaiber Manjarrez, quien lo animó a continuar con su proceso deportivo.
“Este deporte tiene algo en especial. Es que tener la oportunidad de superarte todos los días, no solamente con cada entrenamiento, sino con cada ejercicio que realizas, puede demostrarte a ti mismo que eres más fuerte. Realizar una nueva marca te da una sensación de satisfacción”, recuerda Jonathan.
Después de dos años de preparación en Cali, Johnatan logra ser dos veces campeón mundial sub 17, y empieza a recibir apoyo de los gobiernos nacional y departamental. En retrospectiva, el profesor Aponte menciona que antes de irse a Cali le tocó trabajar mucho la preparación técnica en el ejercicio de Jerk, ya que, él lo hacía en tijera, pero no conseguía muy buenos resultados técnicos, así que, lo cambió al ejercicio de empuje y se acomodó de mejor manera. Debe tenerse en cuenta, que la modalidad del envión en las pesas olímpicas se ejecuta en dos momentos, el primer ejercicio se conoce como cargada o clean (en inglés); el segundo ejercicio es el jerk, que se realiza en tijera (movimiento vertical en fase de desliz, pie dominante adelante y pie de apoyo atrás). Pero hay otra opción de hacer el segundo momento del envión, y es el ejercicio de empuje. Por esto, el profesor Aponte decide cambiar la técnica de Jonathan por empuje. La proyección que siempre tuvo con su deportista fue llevarlo a unos Juegos Olímpicos. “Siempre les vendo ese sueño a mis deportistas, y Jonathan creyó en eso”.
Además de su amor por las pesas, Rivas también se proyecta en estudiar una carrera en el área de las Ciencias Económicas y Administrativas, para así brindar una vida digna a su familia, además de contribuir al deporte nacional y a la sociedad, desde otras áreas y roles del campo de acción.
Aunque no clasificó a los Juegos Olímpicos París 2024, Johnatan sigue luchando en procura de alcanzar el sueño, en Los Ángeles 2028.
En el reciente Mundial de Pesas, celebrado en Manama, Bahrein, Rivas, de 26 años, alcanzó la medalla de bronce en envión, categoría de los 102 kilogramos, al levantar 213 kilos en su segundo intento, para escoltar a Artyom Antropov (Kazajistán) y de Fares Elbakh (Catar), quienes con 230 y 225 respectivamente, obtuvieron el oro y la plata.