Las paredes en zigzag pueden reducir la temperatura promedio diaria de las superficies en varios grados Celsius sin necesidad de electricidad.
Paredes en zigzag: una innovación para enfriar edificios y combatir el calor
Los diseños en zigzag para las paredes de edificios podrían ser una solución innovadora para mitigar el aumento de las temperaturas globales. Este enfoque, que no requiere electricidad, ha sido desarrollado por investigadores que buscan formas más eficientes de mantener frescas las estructuras, especialmente en un contexto de cambio climático. Las paredes en zigzag pueden reducir la temperatura promedio diaria de las superficies verticales en varios grados Celsius, una contribución significativa para mejorar la sostenibilidad en la construcción.
El desafío de las paredes verticales
Actualmente, los edificios representan cerca del 40 % del consumo energético global y más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono, en gran parte debido a sistemas intensivos de aire acondicionado. Por ello, se ha investigado ampliamente cómo reducir esta carga energética con diseños que redirijan la energía solar de manera eficiente.
Mientras que los techos han sido el foco principal de estos diseños, ya que pueden reflejar o emitir energía solar al espacio, las paredes verticales presentan desafíos adicionales. Estas no solo enfrentan el calor directo del sol, sino que también absorben calor del suelo. Diseñar una solución efectiva para las paredes implica abordar ambas fuentes de calor simultáneamente.
Cómo funcionan las paredes en zigzag
El diseño propuesto consiste en corrugar las superficies verticales en forma de zigzag y recubrirlas con materiales especializados: aquellos que reflejan más luz se orientan hacia abajo, mientras que los materiales que emiten mejor el calor hacia el exterior se colocan hacia arriba. Este enfoque permite que las paredes absorban menos energía térmica en comparación con los diseños planos convencionales.
Según simulaciones y pruebas realizadas, estas paredes pueden reducir la temperatura promedio diaria de la superficie hasta 2,3 °C, aumentando la diferencia hasta 3,1 °C durante las horas más cálidas del día. En una prueba en miniatura llevada a cabo durante el verano de 2022 en Nueva Jersey, los resultados respaldaron las simulaciones, demostrando la viabilidad del diseño incluso en condiciones reales.
Sostenibilidad y viabilidad comercial
El objetivo de los investigadores es que este diseño no solo sea efectivo, sino también fácil de adoptar a nivel comercial. Las paredes corrugadas ya se utilizan en ciertos contextos, lo que facilita la integración de estas innovaciones en materiales de construcción existentes. Además, este tipo de solución es económica de fabricar y puede adaptarse a diferentes escalas, haciendo posible su implementación masiva.
El impacto en el futuro de la arquitectura sostenible
El uso de paredes en zigzag representa un avance en el diseño pasivo para el enfriamiento de edificios. Este enfoque no solo reduce la dependencia de los sistemas de aire acondicionado, sino que también ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la construcción y operación de edificios.
En un mundo donde el cambio climático y las olas de calor son cada vez más frecuentes, este tipo de innovación puede ser crucial para enfrentar los retos de sostenibilidad. Incorporar soluciones como esta en los diseños arquitectónicos podría marcar la diferencia para reducir la huella ecológica del sector de la construcción y mejorar la eficiencia energética global.
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