Las memecoins, criptomonedas que comenzaron como bromas, están logrando un gran aumento de precio, atrayendo tanto a inversores como a grandes fondos. Un ejemplo reciente es PNUT, inspirada en una ardilla llamada Peanut sacrificada en Nueva York, cuyo precio pasó de 0,1 a 2,27 dólares en días, alcanzando una capitalización de más de 2 mil millones de dólares. Este fenómeno la posiciona como la memecoin de más rápido crecimiento, superando incluso a Dogecoin. PNUT no está sola; otras como MOO DENG, 888 y CHILLGUY han experimentado crecimientos similares, en parte por eventos sociales o políticos virales.
El impacto político también se siente en el mercado de criptomonedas tradicionales como Bitcoin, que recientemente superó los 100,000 dólares por primera vez. Esta subida coincide con la nominación de Paul Atkins por Donald Trump para liderar la SEC, generando optimismo sobre una regulación más amigable para las criptomonedas.
PNUT es la memecoin de más rápido crecimiento.
Además, herramientas tecnológicas están surgiendo para medir el «ruido» online que impulsa estos movimientos. Empresas como Narravance han creado productos como Chatterflow, diseñados originalmente para estudiar propaganda, pero ahora adaptados para rastrear tendencias virales en criptomonedas y acciones. Estas herramientas están siendo adoptadas por fondos de cobertura y plataformas como Bloomberg, demostrando el creciente interés en la intersección entre redes sociales y mercados financieros.
Lo que alguna vez fue un sector anecdótico ahora transforma tanto la economía como la política. Desde el crecimiento de GameStop hasta el impulso detrás de Dogecoin, el poder viral redefine cómo se genera valor en los mercados. Los memes ya no son solo entretenimiento; son un motor económico que inversores y reguladores no pueden ignorar.
Fuente: New York Sun